Al llegar a la iglesia y empezar a trabajar en un grupo religioso recuerda tres cosas:
- Vas a Trabajar Para Dios. No te importe si te sacan la lengua o te tuercen la boca, vas a trabajar para Dios y para el Reino de los Cielos, todo lo demás debe pasar a segundo o tercer término.
- Al trabajar para Dios debes de ser consiente de que tienes boto de obediencia y que hay que obedecer a tus superiores. No puedes trabajar por tu cuenta ni hacer actividades por tu cuenta si tu superior no está de acuerdo.
- La recompensa está en el Cielo, no quieras cobrar por tus servicios a Dios, porque si es así, tendrás recompensa en la Tierra, nada más. El que espera la recompensa del Cielo obtendrá mucho más de lo que merece.